Con qué frecuencia en los días fríos deseábamos poder sentarnos en el agua caliente y chapotear a nuestro gusto. ¡Última vez hace solo unos días! En nuestro viaje a Creel, a altitudes entre 2,300 y 2,500 metros, vimos nieve nuevamente. Y también hacía frío.

Estábamos ansiosos por el Balneario San Juan, cerca de Durango. Conocimos esta piscina al aire libre desde nuestra primera visita hace un año. En ese momento pasamos cuatro días aquí. Entonces supimos dónde nos espera el agua caliente después de realizar compras en Durango y de hacer dos nuevas llaves de encendido en una cerrajería. (Estos cuestan 100 pesos = CHF 5 .–)

Nos encontramos con el Balneario a quince kilómetros de Durango. ¡Se sentía como volver a casa! Una sensación especial cuando vienes al mismo lugar por segunda vez durante un viaje. Nos recibieron como viejos amigos y nos dieron un lugar. Estamos solos aquí. De 6 de la tarde a 9 de la mañana tenemos todo el Balneario para nosotros solos. Durante el día se lo dejamos a los mexicanos con sus hijos y usamos el tiempo para leer y escribir.

Ps: También hay zonas de barbacoa en el recinto: ¡la comida es tan importante como bañarse! Los mexicanos con sobrepeso se sientan con sus hijos alrededor de las zonas de barbacoa humeantes, ¡una imagen para los dioses!