Brigitta bucea todas las mañanas a las 10 am y a las 2 pm. El resto del día leemos en la terraza, miramos la aparentemente interminable laguna o exploramos la isla con las bicicletas. Además del mundo submarino, también hay otras cosas que ver en Rangiroa. Por ejemplo, los delfines que cazan en el Paso Tiputa cuando sube la marea.

La granja de perlas de Gauguin está a solo unos kilómetros de nuestro bungalow. Uno de los pocos que no se arruinó con la competencia china. De lunes a viernes se realizan visitas guiadas donde se puede aprender mucho sobre el cultivo de perlas. (Sabemos un poco desde nuestra visita a una granja de perlas en Broome, Australia Occidental, en 1998, ¡pero eso fue hace mucho tiempo!)

El 31 de agosto de 2020, nuestro último día en Rangiroa, antes de volar de regreso a Tahití un día después y de allí vía Los Ángeles a Guadalajara, visitamos esta granja de perlas. Fue una buena decisión, porque aprendimos muchos datos interesantes y …

PS. Le di a Brigitta un regalo que siempre le recordará nuestro tiempo en la Polinesia Francesa: un collar de perlas del Mar del Sur. (A diferencia de la de Broome, ella no usa un diamante Argyle; un viajero jubilado no puede pagar eso, ¡sonríe!)