Conocemos Swakopmund, en la costa de Namibia, por viajes anteriores. Actualmente vivimos en la casa de un amigo, que está cerca de las dunas. Ahora conocemos la casa y sabemos dónde y cuándo presionar qué interruptor y donde está la parrilla. El Amarok, que está en el garaje con la batería descargada, estaba en funcionamiento después de unos días tambien…

Nuestro primer desvío nos llevó al pueblo que parecía desierto. (¡Los efectos que tiene el virus en el turismo se pueden sentir claramente aquí!) Afortunadamente, el Fish Deli, que sirve pescado fresco y delicioso, aún está abierto. Y el Deutsches Brauhaus también, donde podrá comer especialidades alemanas. Sin olvidar el Ice & Spice, una heladería donde hay decenas de diferentes tipos de helados. ¿Olvidé algo? Por supuesto: el famoso Café Anton donde puedes conseguir un pastel del bosque negro.

Hablando de Covid 19: aquí es mucho más relajado. ¡Estamos contentos de haber dejado Suiza y la histeria atrás!