Después de unos días en Swakopmund y después de visitar a amigos y comer mucho pescado y sushi, necesitábamos un cambio. (¡Con el virus del viaje en nuestra sangre, nunca permanecemos en el mismo lugar por mucho tiempo!). Así que decidimos hacer un viaje a Walvis Bay.

Detrás de Walvis Bay está el sitio de Walvis Bay Salt Holding. En un sitio de 5.000 hectáreas, cada año se extraen 900.000 toneladas de sal de 90 millones de metros cúbicos de agua de mar, lo que cubre el 90 por ciento de las necesidades de sal del sur de África. El agua se bombea a enormes charcos y se evapora. Lo que queda es sal, que es esencial para humanos y animales.

Detrás del sistema de extracción de sal hay una laguna poco profunda de 45.000 hectáreas que también atrae a grandes bandadas de flamencos, que comen algas y crustáceos hasta que su plumaje se vuelve rosado. Después de unas horas de observación de aves, regresamos a Swakopmund con algunas plumas de flamenco rosa a bordo. Por la noche nos dimos el capricho de otro delicioso sushi antes de dirigirnos a Spitzkoppe y tierra adentro mañana.

PS. Los flamencos se reproducen en la caldera de Etosha. Después de que sus crías han huido, vuelan más de 500 kilómetros aquí en una noche para darse un festín con los crustáceos.