
First leg of the journey
Estamos acostumbrados a los viajes largos. Pero la mayoría de las veces ocurren con nuestro Toyota, cuyo velocímetro ahora marca el número 470.000. Sabemos por experiencia lo que es estar sentado al volante durante nueve horas y recorrer seiscientos kilómetros en ese tiempo. ¡O incluso sólo cien si las pistas están embarradas y te quedas atascado varias veces!
El 30 de abril de 2025 nos esperaba un viaje diferente. Comenzó a las once de la mañana en Swakopmund, desde donde unos amigos nos llevaron al Aeropuerto Internacional de Walvis Bay. Allí embarcamos en un Embraer 180 de Airlink, que nos llevó a Johannesburgo en dos horas y media. Después de una escala de tres horas, embarcamos en un Boeing 780 de Qatar Airways, que aterrizó en Doha, Qatar, poco menos de siete horas después. Aquí tuvimos tres horas para estirar las piernas antes de embarcar en un Airbus A350 y aterrizar en Zurich seis horas más tarde.
Después de un café con unos amigos que nos sorprendieron en el aeropuerto, tomé el tren expreso a Berna, que realmente fue rápido e hizo el recorrido desde la estación central de Zurich hasta Berna sin parar. Allí tomé un tren regional BLS que traqueteó vía Thun y Spiez hasta Kandersteg, donde llegué el 1 de mayo de 2025, a las 18:40 h. Un largo viaje había llegado a un final feliz…