Cuando llegamos a Roberto y su Balneario por primera vez el 13 de marzo de 2020, nunca pensamos que hemos estado en esta región por un total de más de tres meses y medio. Durante este tiempo cambiamos la ubicación entre Atotonilco y San Cristóbal de la Barranca cada dos semanas. Dado que ambos destinos están en el mismo estado, Jalisco, nunca tuvimos ningún problema y pudimos movernos libremente.
Pronto nos quedó claro que la crisis de la corona no sería semanas, sino meses. Tanto mejor que podríamos pasar nuestro tiempo alternativamente en un lugar y otro. ¡Nunca nos aburrimos! En Charly teníamos todo lo que nuestros corazones podían desear cuando se trataba de delicias culinarias, motociclismo, excursiones y jugar Boule con otros viajeros (varados). Con Roberto teníamos naturaleza, aislamiento y mucha música de mariachi. En ambos lugares, el riesgo de infectarse era muy bajo. Si los mexicanos se caían uno encima del otro sin una máscara y con abrazos, buscábamos distancia. Teníamos suficiente espacio en ambos lugares.
¡El 20 de julio de 2020 era hora de decir adiós a Roberto! El tiempo con él seguirá siendo inolvidable. Tener un balneario con 10,000 m2 de terreno prácticamente solo para nosotros no sucede todos los días. ¡Muchas gracias, Roberto, por tu hospitalidad! Y la lecciónes de Karaoke.
PS. Experimentamos muchos momentos inolvidables en este viaje. ¡Aquellos con Roberto, sus dos gatos, León y Toncha y Pobrecito, el perro, ¡están entre ellos!