Llevamos un tiempo jugando al golf con regularidad. Hacemos una ronda al menos dos veces por semana para jugar nueve holes, lo que nos lleva dos horas y media. (¡Nunca hemos jugado 18 holes de una vez!) También nos gusta jugar al golf porque siempre vemos muchos springboks. Los animales jóvenes, con sus robustas patas, se acostumbran a los golfistas desde que nacen. Por eso no es de extrañar que no le tengan miedo a la gente. Nos gusta especialmente una gacela joven: Es albino; pero como vemos, es bien recibido en el círculo de los demás.

Sin embargo, sólo porque estemos jugando más golf no significa que hayamos mejorado mucho. ¡Nuestro hándicap sigue siendo sobre 52! ¡Pero nos quedamos con ello! ¡Y en unos años tal vez podamos cambiar la cifra! Podemos ver que no somos los únicos que tenemos problemas para jugar recto y acertar en el hole porque los trabajadores de mantenimiento siguen encontrando pelotas de golf entre los arbustos y la hierba alta. Luego los colocan cerca del hole donde realmente debería caer la bola. Lo positivo: ¡Reciben una comisión de intermediario de aquellos que están felices de comprar sus pelotas y las de otros a bajo precio!

PS: Otra ventaja de jugar al golf: ¡ya puedes acostumbrarte a la ayuda para caminar. Ya estamos empujando un carrito delante de nosotros que simplemente no tiene ningún palo de golf a bordo…