Ya hemos disfrutado de muchos panoramas extraordinarios en nuestros viajes. Por ejemplo, pienso en la vista del K2 en Pakistán mientras conducíamos hacia Skardu por la autopista Karakorum, un desagradable camino de grava muy por encima del Indo. O la vista del monte Everest, cuando nos quedamos sin aliento al pie de la montaña más alta del mundo el 25 de agosto de 2011, a 5.150 metros sobre el nivel del mar. Si conducimos desde Spiez a través del valle de Kander hasta Kandersteg, entonces recordamos esos momentos en que vemos las montañas nevadas de más de tres mil metros de altura que se elevan hacia el cielo azul al final del valle.

El lunes de Pascua fue hermoso y soleado. De hecho, planeamos ir al valle de Gastern; pero todavía hay tanta nieve que el acceso está cerrado hasta mayo. Así que nos pusimos botas de montaña y salimos a explorar el sendero panorámico. Serpentea a través del bosque de montaña en el lado oeste del valle, muy por encima de Kandersteg.

Cuando vi la entrada empinada, pensé brevemente en dar marcha atrás: ¡con casi 78 años ya no soy el más joven! Pero Brigitta me animó y así subí paso a paso. Después de una hora estábamos a 1.380 metros y el camino se allanó. ¡Uf; está hecho! Nos sentamos en un banco durante mucho tiempo y nos maravillamos con el panorama antes de descender de nuevo al valle.

PS. ¡La Rugen-Bräu, una buena cerveza local, rara vez ha sabido tan bien como aquella tarde cuando estábamos sentados al sol en la terraza frente a nuestro apartamento!