Barbaresco está a sólo diez kilómetros de Alba, una localidad piamontesa de unos 30.000 habitantes. Está rodeado de viñedos, huertas y plantaciones de avellanos. (Después de Turquía, Italia es el mayor proveedor de avellanas). Lo que hace que esta zona sea aún más agradable es el hecho de que también es el hogar de Ferrero: Mon Chérie, Ferrero Rocher y Nutella.

Por una vez, sin embargo, no buscamos dulces ni las famosas trufas, sino Crudo di Cuneo, Parmigiano y Nocciole. Aprendimos de Elisa que todo esto y mucho más se puede comprar en el mercado de los sábados en Alba. Entonces, después de un espresso, nos pusimos en marcha.

Ese día fue complicado encontrar aparcamiento porque a la misma hora se estaba disputando el Rallye de Alba. Ya de camino a Alba podíamos oír el rugido de los motores y el chirrido de los neumáticos. Finalmente encontramos una plaza de aparcamiento. Durante las siguientes dos horas paseamos por el casco antiguo de Alba y de puesto en puesto, volvimos con una gran bolsa llena de delicias piamontesas.

PS. Este sábado vimos lo entusiasmados que están los italianos con los coches. Y aquí lo pueden ver y escuchar el Rallye de Alba.